Page 752 - El Jugador - Iain M. Banks
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Seguía sin poder dormir y acabó levantándose de la

            cama. Fue hasta la ventana y la abrió. El frío aire de la


            noche entró en el dormitorio. Gurgeh se estremeció y se

            puso los pantalones, la chaqueta y los zapatos.

                  Yay se movió y emitió un suspiro ahogado. Gurgeh


            cerró la ventana, volvió a la cama y se puso en cuclillas

            junto a ella. Tiró de las mantas para taparle la espalda y

            el  hombro  y  deslizó  con  mucha  delicadeza  una  mano


            entre sus rizos. Yay soltó un par de ronquidos, se removió

            y volvió a respirar con regularidad.

                  Gurgeh fue hasta la ventana y salió de la casa cerrando

            los batientes a su espalda sin hacer ningún ruido.


                  Cruzó  el  balcón  cubierto  de  nieve  y  contempló  las

            hileras de árboles que iban descendiendo hasta llegar a la

            negrura surcada por cabrilleos casi invisibles del fiordo.

            Las montañas de la otra orilla estaban aureoladas por un


            débil resplandor y tenues áreas de luz se movían sobre

            ellas vagando por la oscuridad, ocultando las Placas más

            alejadas y los campos de estrellas. Las nubes avanzaban


            lentamente cruzando la inmensidad del cielo, pero todo

            lo que rodeaba a Ikroh estaba inmóvil y en silencio. No

            hacía viento.


                  Gurgeh alzó los ojos y vio las Nubes entre las nubes.

            Su vieja luz apenas temblaba en aquella atmósfera fría y






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