Page 64 - La Nave - Tomas Salvador
P. 64

terrazas en la Nave. Llegará un día, si no en nuestra


            generación en las venideras, en que nuestro miedo,


            nuestra ineptitud, nos obligará a vivir reducidos en


            una  sola  cámara,  mientras  los  wit,  sin  tal


            enfermedad,  podrán  crecer  y  reducirnos  a  una



            esclavitud peor que la misma muerte. Nosotros, los


            kros, oponemos nuestra pasividad, nuestra creencia


            en la Nave, frente a todo contratiempo. Está bien,


            considerando  a  la  Nave  madre  y  hogar  de  todos


            nosotros.  Pero  si  yo  empiezo  a  considerar  que  la


            Nave ha sido construida por hombres, con algún fin


            ignorado, estamos siendo los hombres los culpables


            de una inercia que perjudica a la misma Nave. El


            que  la  Nave  sea  un  potente  cuerpo,  un  poderoso



            corazón,  no  quiere  decir  que  no  necesite  amor,


            cuidados.  Nosotros,  sus  actuales  habitantes,


            parecemos  parásitos  viviendo  de  sus  reservas:


            tomamos su calor, su luz, sus alimentos, su aire. Y a


            cambio, ¿qué le damos? Una sumisión pasiva, una


            aceptación incompleta y un descuido lamentable.



               Quizás esté intentando sobornarme a mí mismo, y


            un  buen  amigo,  un  buen  conocedor  de  nuestras


            cosas pudiera disuadirme. Pero, ¿dónde encontrar


            ese amigo, esa autoridad de la Nave? Me doy cuenta



            de  que  estamos  entregados  a  una  tremenda


            soledad, a una penosa ignorancia, a una peligrosa


            seguridad.  En  la  terrible  monotonía  de  nuestros





                                                                                                            64
   59   60   61   62   63   64   65   66   67   68   69