Page 502 - Triton - Samuel R. Delany
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enmascarados                  en        turquesa              pero         aparte           esto

           completamente desnudos, habían entrado en tromba en


           la cafetería y, con lanzallamas, habían destruido la obra,

           carbonizando                  y       fundiendo               las        planchas.              El

           memorándum contenía una declaración de los asaltantes


           aún  más  incomprensible  que  la  de  la  artista.

           (Básicamente,  parecían  atacar  las  matemáticas  de  la


           primera  artista.)  La  escultura,  que  tenía  ochenta  y  dos

           años,  había  sufrido  un  ataque  sicótico  (seguía  el

           memorándum)  y  había  tenido  que  ser  hospitalizada,


           quizá para varios años, según el diagnóstico inicial. Las

           posibilidades de su eventual regreso al arte, sin embargo,

           eran esperanzadoras. Los restos de su obra podrían ser


           vistos durante la comida, tras lo cual la escultura sería

           retirada y llevada al museo de la hegemonía, encima de

           la  cafetería,  donde  permanecería  en  exhibición


           permanente.  El  memorándum  terminaba  con  una

           confusión  de  disculpas  y  estaba  firmado  (típicamente)


           por Isolda, con una nota entre paréntesis diciendo que

           Tristán disentía de la sugerencia propuesta y que, si se

           presentaban las suficientes alternativas antes del cierre,


           se efectuaría una votación al día siguiente.

                Una  zona  del  suelo  de  la  cafetería,  ennegrecida  y


           sembrada  de  metal  quemado,  había  sido  aislada  con

           cuerdas.  A  cada  minuto,  una  de  las  Siete  Hermanas

           Ancianas,  vestidas  con  cuentas  verdes  y  plateadas,




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