Page 1094 - Anatema - Neal Stephenson
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compañía yo hubiera sido peor que inútil, pero me
divertían. Cualquiera sabía qué le ordenarían hacer a
semejante célula. Pero lo que fuese sería más interesante
que estimar tensores de inercia. Probablemente fuese algo
increíblemente peligroso. Así que casi era mejor que
estuviese fuera de mi alcance.
¿Qué aspecto tendría la célula de fra Jad y qué tareas
tendría que realizar? Ahora que lo pensaba, ¡para mí había
sido un privilegio viajar en compañía de un Milésimo
durante unos días! Por lo que sabía, él era el único
Milenario del Convox.
Me conformaba con pertenecer a una célula en la que
hubiese al menos alguno de los antiguos componentes de
mi equipo de reloj de Edhar. Pero dudaba de que así fuese.
Estaba claro que a Ala la inquietaba algún aspecto de la
decisión que había tenido que tomar en relación a las
células, y aunque no sabía qué la reconcomía tanto,
aquello me indicaba que no debía de creer que acabaría
disfrutando de un feliz paseo con viejos amigos. El
respeto, o más bien el sobrecogimiento, con el que muchos
miembros del Convox trataban a los edharianos hacía
poco probable que muchos de nosotros acabásemos
concentrados en una única célula. Nos repartirían entre
tantas células como fuese posible. Seríamos líderes y
estaríamos tan solos como Ala.
Fra Jad se acercó desde el Precipicio. Me pregunté si le
habrían dado un alojamiento arriba, en el cenobio
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