Page 304 - Anatema - Neal Stephenson
P. 304

—Es una forma extremadamente cruda de expresarlo.


            —No puedo creer que los edharianos me ansíen tanto.

            —No tanto.

            —¿¡Qué!?


            —Si celebrasen una votación secreta, bien, no está claro

          que te votasen más a ti que a mí. Lo siento, Raz, pero debo

          ser sincera. En particular, muchas sures quieren que me


          una a ellos.

            —¿Por qué no unirnos los dos?

            —Es  imposible.  Desconozco  los  detalles…  pero


          Corlandin  y  Haligastreme  han  llegado  a  algún  tipo  de

          acuerdo. Está decidido.


            —Si  los  edharianos  no  me  quieren,  ¿por  qué  estamos

          hablando de esto? —pregunté—. ¿No has visto el barrilete

          con  el  que  me  ha  recompensado  el  Nuevo  Círculo?  Me


          quieren para ellos. Por tanto, ¿por qué no me uno yo a ellos

          y tú aceptas el abrazo cariñoso de las sures del capítulo


          edhariano?

            —Porque no es lo que quiere Orolo. Dice que te necesita

          como parte de su equipo.


            Esa declaración me afectó de tal forma que, acompañada

          del vino, casi me hizo llorar. Permanecí en silencio durante

          un rato.


            —Bien —dije—. Orolo no sabe todo lo que pasa.

            —¿De qué hablas?

            Miré a mi alrededor. El Claustro era demasiado pequeño


          y demasiado silencioso para mi gusto.



                                                                                                          304
   299   300   301   302   303   304   305   306   307   308   309