Page 307 - Anatema - Neal Stephenson
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volvería a oírla ocasionalmente, pero haría lo posible por
no hacerle caso. Me aterrorizaba unirme a los edharianos
en esas circunstancias. Pero seguir adelante y hacerlo sin
apoyarme en el hombro de Tulia, ni el de nadie, me
parecía mejor… me parecía lo correcto. Como cuando
sabes que vas por el buen camino con una prueba teorética
y el resto son detalles. A través de la oscuridad me llegaba
un fragmento de la belleza sobre la que me había hablado
Orolo, e iba a seguirla como si fuese una guía en el camino.
—¿Quieres hablar con Orolo? —me preguntó fra
Haligastreme después de darle la noticia. No se
sorprendió. No estaba exultante, sólo parecía cansado. El
simple hecho de mirarle a la cara, iluminada por las velas
de la Vieja Casa Capitular, me dejó claro lo agotadoras que
para él habían sido las últimas semanas.
Lo pensé. Ir a hablar con Orolo parecía lo obvio, pero no
lo hice. Teniendo en cuenta cómo había ido la
conversación con Tulia, ya no tenía ganas de pasar media
noche despierto contándoles mis sentimientos a los
demás.
—¿Dónde está?
—Creo que está en el prado, con Jesry, realizando
observaciones a simple vista.
—Entonces creo que no le molestaré —dije.
Haligastreme pareció extraer fuerzas de mis palabras. «El
fille empieza a comportarse como corresponde a su edad.»
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