Page 220 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
P. 220
La mujer era ininteligible. La asió por el cabello y la agitó.
Luego la echó por el cráter del suelo de la sala de estar.
Su búsqueda por una clave del destino de Robin fue
interrumpida por la gentuza del corredor. Llevaban
antorchas y armas improvisadas. Los asaltjaunteantes no
eran asesinos profesionales. Tan sólo remataban a
indefensas presas medio muertas.
—No me molestéis —les advirtió suavemente Foyle,
buscando cuidadosamente por los armarios y bajo los
muebles derrumbados.
Se acercaron más, empujados por un rufián en un traje de
armiño y un sombrero tricornio e inspirados por las
maldiciones que llegaban del piso de abajo. El hombre del
tricornio le lanzó una antorcha a Foyle. Lo quemó. Foyle
aceleró de nuevo y los asaltjaunteantes se transformaron en
estatuas con vida. Foyle tomó los restos de una silla y con
calma les abrió las cabezas a las figuras. Permanecieron en
pie. Echó al suelo al hombre del tricornio y se arrodilló
encima de él. Entonces desaceleró.
De nuevo, el mundo exterior volvió a la vida. Los chacales
se derrumbaron como alcanzados por un rayo. El hombre
del tricornio y traje de armiño rugió.
Página 220 de 459

