Page 300 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
P. 300
estremecimientos, eran tan enormes que a la humanidad le
era arrebatada la razón, dejando tan sólo animales
despellejados para aullar, cubrirse y correr. En el espacio
de cinco segundos la fiesta de Año Nuevo de Presteign se
transformó de un evento elegante en algo anárquico.
Foyle se levantó del suelo. Miró a los cuerpos que se
agitaban sobre el parquet de la pista de baile, vio a Jisbella
luchando por liberarse, dio un paso hacia ella, y se detuvo.
Movió la cabeza, mareado, no notándola como parte suya.
El trueno jamás cesaba. Vio a Robin Wednesbury en el
vestíbulo, tambaleándose aturdida. Dio un paso hacia ella,
y entonces se detuvo de nuevo. Sabía dónde debía de ir.
Aceleró. Los truenos y los relámpagos cayeron por el
espectro hasta convertirse en chirridos y chisporroteos. Los
estremecedores terremotos se transformaron en plácidas
ondulaciones. Foyle restalló a través de la gigantesca casa,
buscando, hasta que al final la encontró de pie en el jardin,
de puntillas sobre un banco de mármol, parecida a una
estatua para sus sentidos acelerados: la estatua de la
exaltación.
Desaceleró. Las sensaciones subieron de nuevo por el
espectro, y otra vez más se vio agitado por el alucinante
bombardeo.
Página 300 de 459

