Page 302 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
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—Sigue siendo tedioso, Fourmyle. Venga, inspírese. Éste es

           el Armaguedón... la monstruosidad floreciente. Dígame lo

           que ve.



           —No  hay  mucho  —respondió,  mirando  alrededor  y

           parpadeando—. Se ve luz por todo el horizonte. Y nubes


           rápidas por encima. Más arriba hay algo así como... una

           especie  de  centelleo.  Como  las  luces  de  un  árbol  de

           Navidad parpadeando.



           —Oh, ven ustedes tan poco con los ojos. ¡Mire lo que yo


           veo! Hay un domo en el cielo, un domo del color del arco

           iris.  Los  colores  van  desde  el  profundo  retintín  hasta  el

           brillante  quemado.  Es  así  como  yo  he  bautizado  a  los

           colores que veo. ¿Qué es lo que puede ser ese domo?




           —La pantalla de radar —murmuró Foyle.


           —Y  luego  se  ven  unos  grandes  chorros  de  fuego


           elevándose  y  agitándose,  tejiendo,  bailando,  barriendo.

           ¿Qué son esos?



           —Rayos interceptores. Está usted viendo todo el sistema

           electrónico de defensa.



           —Y  también  puedo  ver  las  bombas  cayendo...  rápidas


           pinceladas de lo que ustedes llaman rojo. Pero no su rojo;

           el mío. ¿Por qué puedo verlas?




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