Page 156 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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De hecho, un ataque contra la base de la
babel era una eventualidad sumamente
remota. El radar permitiría detectar cualquier
aproximación del enemigo a babilonia, y su
localización exacta. Los morteros harían el
resto.
Jonás cruzó la explanada de la base de la
babel, mientras el característico viento de
aquella época en Vaikunthaloka azotaba las
perneras de sus pantalones militares
produciendo un débil chasquido y empezaba a
morder la carne al descubierto con repentino
vigor.
Los trámites en la aduana de la Hermandad
no presentaron ningún problema. El joven
empleado de la Hermandad echó una ojeada
rutinaria a su equipaje y visado militar, y dijo
tras observar su pasaporte con nacionalidad
de Martyaloka:
- Espero que haya tenido una estancia
agradable en Vaikunthaloka.
- Gracias - dijo Jonás, con gratitud casi
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