Page 158 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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Había camarotes individuales provistos de


           literas donde uno podía realizar el viaje


           durmiendo, pero el ejército no parecía -


           dispuesto a derrochar estos lujos con un


           simple alférez.


              Sin embargo, descubrió que podía reclinar su



           butaca hasta adoptar una posición casi


           horizontal y mucho más cómoda.


              A través de la portilla el suelo de


           Vaikunthaloka empezaba a - Alejarse con una


           velocidad creciente.


              Las vigas y estructuras externas de la babel


           desfilaban ante sus ojos con rapidez.



           Kilómetros de andamiajes trepaban por sus


           caras, y las ventanas y aspilleras de la


           Fortaleza Basal la perforaban. Los primeros


           quinientos metros de la babel eran una


           ciudadela vertical casi inexpugnable.


              Se produjo un claro en la capa de nubes y


           Jonás tuvo un confuso cuadro, a través de las


           troneras, de parches verdes de vegetación,


           serpenteantes caminos color mostaza y





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