Page 48 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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vestidos como civiles, pero que tanto su porte


           como su pelo cortado a


           cepillo los delataban como algo muy distinto,


           estaban esperando frente a la puerta de su


           apartamento. Había estado esperando esta


           visita durante cada minuto de las últimas



           semanas. Casi era un alivio pensar que ya no


           podría             controlar               lo        que          sucediese                a


           continuación.


              Ambos llevaban un impermeable gris con


           botones de cuero. Sus rostros también tenían


           una tonalidad dura y gris, con marcados


           surcos.



              Un coche aguardaba en el aparcamiento, un


           viejo modelo de combustión interna a base de


           alcohol, conducido por otro hombre que no le


           prestó la menor atención.


              Toda la bóveda celeste vibraba bajo la luz de


           los diez millones de soles de Akasa- puspa.


              Una bolsa de papel, repleta de algún polvo


           luminoso, dejada caer desde gran altura,


           estallando y esparciendo su resplandeciente





                                                                                                        47
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