Page 194 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
P. 194
piernas hasta que quedó estirado. Me observaba mientras
yo hacía todo eso. Sus ojos estaban evidentemente sanos,
pero había en ellos un velo que hizo confirmar el
diagnóstico relámpago que mi mente había ya formulado.
—Cansado… —balbució de nuevo— demasiado
cansado…
Ese era el remate. Hasta que viniera otro médico, mi
paciente sufría de agotamiento total, nervioso y de todo lo
demás.
Volvió Adams con el botiquín de emergencia y, tan
pronto como lo vió, Morbius empezó a quererse sentar.
—Comandante —dijo—, insisto… si usted duda de mi
palabra…
Hice una seña a Adams y éste se retiró de la vista, del
otro. Recosté nuevamente a Adams y le pedí:
—No se aflija ahora… Haga lo que yo le aconsejo y se
pondrá bien…
Quiso hablar, pero el esfuerzo fué demasiado grande y
no pudo. Cerró los ojos.
Me alejé quedamente del sofá y fui a reunirme con
Adams. Estaba parado junto a la ventana, mirando para
afuera, pero se volvió rápidamente al acercarme yo. En voz
muy baja, le dije:
—Estoy yo a cargo, por el momento. Váyase afuera
mientras lo acuesto.
194

