Page 70 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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Morbius volvió a ordenarle:
—Oprime el gatillo, Robby. —Sus ojos miraban a
Adams, a quien no se le había movido un músculo.
Un sonido extraordinario, una especie de quejido
vibrante, salió de adentro del Robot. Tras los agujeros de la
cabeza, las luces despidieron destellos furiosos, irregulares.
Tal vez haya sido mi imaginación, pero me pareció que la
totalidad de la enorme estructura temblaba. La pistola
siguió apuntando, pero el dedo artificial no oprimió, no
pudo oprimir el disparador.
—Orden cancelada —dijo Morbius y la misteriosa
agitación que acometiera al Robot, cesó tan rápidamente
como había empezado.
Bajó el brazo derecho y Morbius retiró la pistola de
entre la garra metálica, pasándosela a Adams.
—¿Se da usted cuenta? —dijo—. “No pudo” ejecutar esa
orden. Sencillamente, al construyo, se incluyó en él una
“inhibición básica”, que le impide causar daño a ningún ser
humano.
Adams recogió la pistola y la colocó nuevamente en la
cartuchera. Farman hizo lo mismo con la suya. La tensión
debió aliviarse, pero sin embargo no fué así. Adams estaba
enojado, aunque su expresión no lo denotara. Yo lo conocía
lo bastante para darme cuenta de ello.
—Muy interesante, doctor —dijo. Su voz era glacial,
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