Page 232 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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centro, incluso sin mis experimentos en el
viaje en el tiempo— aquello habría sido una
aventura más que suficiente para toda una
vida.
Moses parecía que había acabado, y fue a
apagar la lámpara de sodio, pero retiró la
mano con un grito.
Nebogipfel había tocado los dedos de Moses
con su palma.
—Lo siento.
Moses se restregó la mano como si quisiese
limpiarla.
—Su tacto —dijo—. Es tan... frío. —Miró a
Nebogipfel como si lo viese, en toda su
rareza, por primera vez.
Nebogipfel se disculpó de nuevo.
—No pretendía cogerle por sorpresa. Pero...
—¿Sí? —dije yo.
El Morlock señaló con un dedo la muestra de
plattnerita.
—Miren.
Moses y yo nos inclinamos y entrecerramos
los ojos para ver la muestra iluminada.
Al principio sólo pude distinguir el reflejo de
la lámpara de sodio, el brillo del polvo fino
en la superficie de la placas de vidrio... y
entonces, percibí una luz creciente, un brillo
que provenía del interior de la propia
plattnerita: una iluminación verde que
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