Page 623 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 623
Nos quedamos con la copia de la bola que
había surgido tan misteriosamente de la
tronera. La cogí y la examiné de cerca. Por lo
que podía ver era una copia idéntica de
nuestra bola. Y cuando comprobé la tronera,
¡estaba vacía! La bola original había
desaparecido, como si no hubiese existido
nunca.
—¡Bien! —le dije a Nebogipfel—. Esta mesa
es más ingeniosa de lo que había imaginado.
¿Qué crees que ha sucedido? ¿Crees que esto
es lo que sucede durante las trayectorias
alteradas, esos movimientos que te mostré
antes?
Nebogipfel no contestó inmediatamente,
pero —después de eso dedicó una parte
importante de su tiempo, conmigo, a los
acertijos de la extraña mesa de billar. En lo
que a mí respecta, intenté examinar la mesa
misma, esperando encontrar algún
dispositivo escondido, pero no descubrí
nada, nada de trucos, nada de trampillas
escondidas que pudiesen tragar y vomitar
bolas. Además, de haber habido trucos de
magia tan crudos, ¡todavía tendría que
encontrar una explicación para la aparente
identidad de la bola «vieja y la «nueva!
Lo que me llamó la atención —aunque no
tenía explicación en aquel momento— era el
extraño brillo verdoso de las troneras. ¡Mal‐
623

