Page 559 - Hijos del dios binario - David B Gil
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imponen el corazón y la mente, querida. —El dedo
de Frank trazó una línea desde su frente al pecho—
. Y lo hemos hecho porque nos impedían seguir
expandiéndonos al ritmo que marcaba nuestra
ambición. La línea que separaba lo correcto de lo
incorrecto, lo importante de lo frívolo, otrora tan
nítida y evidente, se ha desvanecido hasta tornarse
insoportablemente abstracta. Hemos destruido los
pilares de nuestra conciencia colectiva porque nos
estorbaban, y ahora habitamos dentro de una
cáscara tan hueca que un ligero golpe la quebrará.
Alicia escuchó con atención las divagaciones de
aquel eremita.
—No parece tener mucha fe en la especie —
replicó finalmente—. Ese golpe fatal no llegará.
—Oh, mademoiselle! Comment pouvez‐vous être si
naïve? Ese golpe ya ha llegado, y ha sido como el
impacto certero de un cincel.
Alicia miró a Daniel con expresión confusa y
este se encogió de hombros, dándole a entender
que él no sabía nada de cáscaras huecas ni cinceles.
—Pero basta de cháchara —concluyó el propio
Frank, mientras se dirigía hacia la misteriosa forma
elevada que, cubierta por una sábana gris, parecía
presidir el ático—. No habéis venido a escuchar los
desvaríos de un viejo, y va siendo hora de que nos
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