Page 747 - Hijos del dios binario - David B Gil
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corazón aquí y ahora. —Apoyó el aguijón contra su
pecho, cortándole la respiración—. Una aguja junto
al esternón, directa a la aorta, y se ahorrará un
sufrimiento inimaginable. ¿Qué me dice?
—Le diría que es un cabrón enfermo —sollozó
Alicia—, pero eso usted ya lo sabe.
—Ah, el orgullo. Qué mal consejero en una
negociación. ¿Sabe lo que sí es inteligente, en
cambio? Conocer a la otra parte. Por ejemplo, yo sé
que usted no está sola en este mundo, sé por quién
se preocupa. ¿Cree que su hija no está a mi alcance?
¿Puede imaginarla en esta situación, aquí abajo,
conmigo, cercenándole su dignidad porque su
madre no fue capaz de tragarse la suya?
Un disparo atronó en la sala y el cadáver de
Hsen Sek se desplomó sobre Alicia. Nerviosa, se
desembarazó del cuerpo y se puso en pie. Lo miró
con los ojos secos y el corazón encogido, después
levantó el arma de Daniel, la misma que era
invisible a los escáneres, y apuntó a la cabeza de
Sek. Disparó tres veces más, hasta que solo quedó
una masa sanguinolenta esparcida por el suelo, el
cadáver de alguien que ya jamás podría amenazar
a Lara. Asqueada, con las náuseas agolpándose en
su garganta, se apartó y se apoyó en la pared.
Había matado a una persona, pero, más allá de la
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