Page 746 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Giger, da igual lo que le haya prometido, la dejará
en manos de un hombre llamado Bastian Knocht.
Él la torturará para que confiese cuánta
información ha compartido con los enemigos de
Fenris. Y aunque le diga la verdad desde un buen
principio, la torturará igualmente, larga y
minuciosamente, porque hasta que no la lleve al
límite, hasta que no la haya despojado de toda su
voluntad, no creerá nada de lo que le diga. Y solo
entonces la dejará morir.
Sek calló y la miró a los ojos, a la espera de que
asimilara aquellas palabras. Entonces volvió a
hablar:
—Como ya le he dicho, soy un negociador.
¿Sabe lo que Fenris me ha ofrecido por colaborar en
su captura? Mucho más que dinero, algo que solo
ellos podían ofrecerme, lo que ha hecho que me
pregunte: ¿qué puede ser esa información que
desean contener a toda costa? —Pasó el punzón
junto al ojo de Alicia y una lágrima corrió por su
mejilla—. ¿Qué es eso tan valioso que usted sabe?
La sujetó por la nuca y la obligó a agacharse,
hasta que quedó sentada contra la pared. Él se
acuclilló frente a ella.
—Esta es mi oferta, señora Lagos: cuéntemelo
todo, desvele para mí ese secreto, y le atravesaré el
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