Page 114 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
de empinar nuevamente la botella—. ¡Malditos
forajidos! ¡Si llego a darme cuenta de que han matado
a William y a Pepito, a buenas horas se va entero el
aborto ese! —¿William y Pepito?
—Los bichos —dijo el enano—. William planchó y a
Pepito hubo que apiolarlo. —¿Qué dice?
—Que William estaba muerto, y que Pepito, como
estaba herido de muerte, tuvo que morir,
misericordiosamente, como todos hemos de hacerlo,
oh Señor, perdónanos nuestras deudas, como
nosotros... ¿y tú de dónde sales?
Los ojos del Manchurri estaban fuera de sus órbitas,
y la botella casi vacía.
—Este tipo enanoso y vil —dijo, entre dos eructos—
se llama el Huesos...
—Manchuok, Vikole y Huesok —comentó Sergio,
mordazmente.
—Eso mismo... ¿Estuvo bien, o no?
—Pero, entonces, ¿los salvajes del mercurio?
—No confío en ti —manifestó el Manchurri,
majestuosamente, poniéndose en pie, y señalándole
con la botella vacía—. Vienes de la montaña, engendro
del mal... vienes de allí donde va uno y brrrrrr...
—Le dio peleona —dijo el Huesos, lentamente—.
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