Page 111 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


            una  forma  muy  distinta.  Aparte  de  que  no  hubieras

            llevado rifle, ni un stock tan completo de provisiones y

            utensilios... Lo cierto es que resulta muy raro que un


            criminal  llegue  vivo.  En  primer  lugar  tiran  pocos;  y

            después, la mayor parte se matan...


               —Yo —dijo el de la voz vinosa— sólo he visto dos


            vivos,  y  tres  cohetes  de  esos  con  los  de  dentro

            espachurrados  mismamente  como  si  les  hubiera

            pasado un mamut de esos por encima... ¿Un trago de


            vino, joven?


               Sergio probó el contenido de la botella, y después de

            beber algo, renunció a hacerlo de nuevo. No era fuerte,

            pero tenía un sabor extraño hasta más no poder. Sabía


            a hierbas aplastadas, a alcohol de madera, a heces de

            una cacerola no lavada...


               Habían encendido una hoguera junto al carromato, y


            a su luz, mientras los leños crujían y humeaban, Sergio

            pudo detallar mejor a sus tres compañeros.


                El hombre alto, sin el tocado de plumas y la larga


            capa  oris,  resultó  tener  un  par  de  hermosas  trenzas

            rubias que descendían por su espalda hasta la cintura.

            Era muy joven, más que el mismo Sergio, y unos diez


            centímetros más alto que él. Sus rasgos eran regulares,

            y  singularmente  serenos;  a  veces,  incluso,  casi

            inexpresivos. La mirada de sus ojos azules, más bien




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