Page 110 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


            detrás de la lámina de roca.


               —No  disparéis  —dijo—.  He  sido  yo  el  que  os  ha

            ayudado.


               —Acabáramos  —contestó  el  otro,  alzando  la  luz


            sobre su cabeza—. Acércate de una buena vez... que te

            veamos la cara.


               —Que salgan antes los que haya ahí dentro. —Bueno

            está. ¡Eh, vosotros, salid!



               Dos figuras más aparecieron en el círculo de luz del

            farol; una de ellas la de un hombre alto, y la otra la de

            un enano de un metro cuarenta de estatura. De pronto,


            Sergio se acercó a grandes pasos, sintiendo que se le

            subía la sangre a las mejillas... —Pero, vosotros...


               —¡Oh, visitante de las estrellas! —dijo el de la voz


            vinosa—. Yo Manchuok, gran Jefe. Acércate, hombre,

            acércate de una vez.


               Una hora más tarde muchas cosas se habían aclarado,

            y  muchas  palabras  se  habían  dicho.  La  primera


            reacción de Sergio fue de indignación ante el engaño

            de que había sido objeto, pero la suave voz del hombre

            alto logró tranquilizarle.



               —¿Conoces  otro  sistema  de  acercarte  a  uno  de  ahí

            arriba sin saber qué clase de persona es? —Bueno, yo...


               —Si hubieras sido un criminal, habrías actuado  de




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