Page 173 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
papel de juez, y al Huesos entregando por doquier las
hojas que el Manchurri imprimiera la noche anterior...
En cuanto a éste, se hallaba cómodamente recostado
cerca de la mesa con las botellas, y miraba
cariñosamente a una que tenía en las manos...
—¿Empezamos o qué? —chilló agudamente el
hombrecillo de las borlas.
—Ya estamos... —gruñó la voz de Ceanu, al otro
extremo—. No; si no nos dejará vivir...
—¡A callar todos! —gritó el juez—. Estamos aquí
reunidos para juzgar a este hombre, que ha sido
detenido como bandido... Iba acompañado de dos más,
que se defendieron y murieron bajo las balas de
Periquito Haendel y de Juan el Dispuesto. ¿Hay algún
testigo?
—¡Yo, yo! —gritaron varios, entre ellos el Manchurri.
—A ver... Tú primero, Serapio, que para eso eres de
fuera. ¿Qué te hicieron?
—Este y otros más asaltaron mi vehículo, que es un
vehículo honrado, aunque lento...
—¡Está borracho! —chilló el hombrecillo—. ¡No sirve
de testigo!
—¡Cállate! —gruñó Ceanu—. ¡Cállate, cállate, cállate,
o te romperé la cabeza!
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