Page 168 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
P. 168

Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


               —La otra noche hicimos guardia Sergio y yo; esta os

            toca a vosotros; de manera que ni una gota más...


               —Tienes razón... tienes razón. Guarda eso. Huesos, y


            no se te ocurra pedirme otra vez que beba, indecente,

            que  tú  sabes  que  sólo  lo  hago  cuando  tú  te  pones

            pesado y me lo exiges... A más que esta noche tengo


            que preparar la edición extraordinaria...


               —Ten cuidado con lo que dices...


               —No; si lo sé; si me costará un disgusto algún día...

            Pero  es  que  no  me  puedo  aguantar.  Vikingo;  es

            superior a mis fuerzas... el periodismo me tira... entre


            eso y las mujeres, yo no sabría qué elegir; bueno, o sí

            sabría. Que cada cosa a su tiempo; y lo uno no quita lo


            otro. ¡Ojalá consiguiera una redactora de buen ver y

            buenas hechuras! Pero me temo que acabaríamos con

            los tipos por el suelo, los de imprenta, digo, y la prensa


            tumbada en un bancal...


               Aquella noche, el Manchurri no paró un momento

            con la prensa y la caja de composición. A pesar de su


            cansancio, a Sergio le costó algo dormirse, debido a los

            ruidos que el aparato comenzó a emitir al ponerse en

            marcha. A muy altas horas se despertó; de noche aún,


            noche clara y despejada, y el Manchurri, con un rifle

            colocado de cualquier modo entre las rodillas y una

            gran hoja de papel en las manos, se reía a pequeñas




                                                           168
   163   164   165   166   167   168   169   170   171   172   173