Page 394 - Los Sin Nombre - Ramsey Campbell
P. 394

Los sin nombre: 35                                                   Ramsey Campbell

            esforzándose en dirigirse a ella como una igual–. Desde

            entonces  he  tenido  más  éxito.  Me  va  bastante  bien,


            creo. Sin embargo, hasta ahora no he tenido a nadie con

            quien compartirlo.

               Cuando  le  apretó  la  mano,  advirtió  que  Angela  le


            respondía.  Sin  embargo,  el  hecho  de  que  Ted  las

            estuviera  escuchando  le  hacía  sentir  que  estaba


            recurriendo  a  clichés  y  que,  quizá,  estaba  siendo

            desleal a su sueño secreto de compartir su vida con él

            (quizá, también él había soñado lo mismo alguna vez).


            Pero Ted no parecía estar escuchando; había centrado

            toda su atención en la carretera.

               A las cuatro y media cruzaron la tierra de los lagos


            envueltos en una densa niebla. Ted había apagado la

            radio  y  el  único  sonido  era  el  zumbido  del  motor.

            Cuando las rocosas laderas se disolvieron y una gris


            suavidad  rodeó  el  coche,  Barbara  sintió  que  las

            abotargadas paredes de la casa se cerraban sobre ella.


            Necesitaba  dormir,  eso  era  todo.  Ahora  que  tenía  a

            Angela, ahora que Ted estaba allí para cuidar de ella,

            podía dormir tranquila.


               La  niebla  se  fue  disipando  a  medida  que  se

            aproximaban a la intersección de Kendal. Ted pasó a


            toda  velocidad  junto  a  varios  autostopistas  que

            mostraban  señales  en  las  que  ponía  Glasgow.  En  su

            mayoría eran adolescentes (Barbara se preguntó si la





                                                           394
   389   390   391   392   393   394   395   396   397   398   399