Page 100 - iIndependencia 1849-1856.
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100	 Wenceslao Vega B.

invasión. Así se lo hizo saber el Canciller Francés a su homónimo
británico en carta de marzo de 1850.

                 Usted sabe que el Gobierno de la República ha considerado que
            no debía aceptar la solicitud de protectorado que reiteradamente le
            había hecho la nación dominicana. Nuestra resolución negativa
            ha afectado penosamente al Gobierno en Santo Domingo. El Sr.
            Place, Gerente del Consulado Francés allí, acaba de trasmitirnos
            nuevas insistencias del Presidente Báez, quien solicita a Francia
            cambiar su posición de rechazo, o por lo menos de intervenir para
            salvar a la República Dominicana del peligro que la amenaza.
            Veo por la correspondencia del Sr. Raybaud, Cónsul General en
            Puerto Príncipe, que el Emperador Soulouque está mas sediento
            que nunca de la sangre de los dominicanos. Acaba de comprar
            un vapor de guerra y trataba la adquisición de un segundo barco,
            de dos corbetas y de los aprovisionamientos para una masa de
            30,000 hombres que él tiene proyectado lanzar sobre el territorio
            dominicano ya sea por mar o por tierra. La abundancia de la
            última cosecha de café le han dado los recursos necesarios para
            esta expedición. Es de temer que los dominicanos, extenuados ya
            por un lucha tan grande y desproporcionada, esta vez sucumba, si
            no se deciden lanzarse a los brazos de los Estados Unidos, el cual,
            si damos fe a los rumores, les habría hecho propuestas.15

    Cuando el cónsul francés La Place le indicaba a su canciller que
si Francia abandonaba a los dominicanos, estos se arrojarían en
manos de España, la respuesta del Ministro, fechada el 15 de mayo
de 1849, fue reiterativa en lo tocante a la posición de ese país:

                 Al reconocer la independencia de la República Dominicana,
            nosotros hemos considerado que este país estaba firmemente resuel-
            to a defenderse de los ataques de la República de Haití, ataques
            que este hasta estos momentos ha sabido rechazar. No le hemos

15	 E. Rodríguez Demorizi, Correspondencia del cónsul, tomo II, p. 311.
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