Page 154 - iIndependencia 1849-1856.
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154 Wenceslao Vega B.
ha sido seleccionado para realizar esa tarea, y para llevarlas aún
mas allá en el mas próximo lapso posible para obtener hasta donde
usted sea capaz, información y remitirlas a este Departamento de
Estado. El Emperador de Haití, se tiene entendido, sigue recla-
mando que el Estado Dominicano forma parte de sus dominios.
Sus esfuerzos por someterlos bajo su mando han sido por algún
tiempo interrumpidos como consecuencia de una larga tregua entre
las partes contendientes. Considerable parte del período que debe
mantenerse allí todavía no ha expirado. Es de importancia que se
asegure de la fuerza relativa de las dos naciones para poder formar
un juicio correcto de una probable renovación de hostilidades, en
caso de que infortunadamente la reinicien antes o a finales del
actual armisticio. Deberá dirigir particularmente su atención al
carácter del gobierno de la República Dominicana, con especial
referencia a su capacidad de sostenerse a si mismo y como estado
independiente. ¿Cuenta con elementos que le aseguren su perdu-
rabilidad? ¿Es un gobierno constitucional? ¿Cuenta con recursos
para sostenerse y organizar fuerzas para la defensa de si mismo
contra todo ataque que el Emperador de Haití sea capaz de desatar
contra ella? ¿Ha sido reconocida su independencia por alguna
otra nación y por cuales potencias europeas? ¿Han establecido
tales naciones relaciones diplomáticas con ella? Deberá investigar
su comercio exterior y cuales son los principales países con los cua-
les comercia. La política de los Estados Unidos es la de ampliar
sus relaciones comerciales con todos lo países, y especialmente con
aquellos de este lado del Atlántico.1
Las primeras observaciones que el nuevo agente Cazneau
ofreció a su Gobierno en Washington, constan en un despacho
del 23 de enero de 1854:
La situación actual de Dominica es peculiar y embarazosa.
Con una población de menos de trescientos mil habitantes, se ve
1 A. Lockward, Documentos para la historia, p. 215.

