Page 25 - El avaro - Molière - Ciudad Seva
P. 25

El avaro - Molière - Ciudad Seva                                       http://www.ciudadseva.com/textos/teatro/moliere/avaro.htm




                  FROSINA. No os importunaría si no me viese obligada a ello por la necesidad.


                  HARPAGÓN. Y cuidaré de que se cene temprano para que no os sintáis desfallecida.

                  FROSINA. No me neguéis el favor que os pido. No os podéis imaginar, señor, el gran
                  placer que...

                  HARPAGÓN. Me voy. Ahora me llaman. Hasta luego.

                  FROSINA. (Sola.) ¡Que te den unas fiebres, maldito perro de todos los diablos! El muy
                  avaro se ha cerrado a todos mis ataques; mas no hay que abandonar, sin embargo, la
                  negociación; me queda la otra parte, en último caso, de donde estoy segura que sacaré
                  una buena recompensa.


                                                   ACTO TERCERO

                                                  ESCENA PRIMERA

                    HARPAGÓN, CLEANTO, ELISA, VALERIO, DOÑA CLAUDIA, con una escoba;
                                   MAESE SANTIAGO, MERLUZA y MIAJAVENA

                  HARPAGÓN. Vamos, venid aquí todos que os comunique mis órdenes para luego y
                  señale a cada cual su cometido. Acercaos, doña Claudia, y empecemos por vos. Bien;
                  héteos ya con las armas en la mano. Os recomiendo el trabajo de limpiar por todas partes,
                  y, sobre todo, tened cuidado de no frotar los muebles con demasiada fuerza, por miedo a
                  desgastarlos. Además de eso, os encargo que administréis las botellas durante la cena; y
                  si se extravía alguna o se rompe algo, os haré responsables de ello y lo descontaré de
                  vuestro salario.

                  MAESE SANTIAGO. (Aparte.) Hábil castigo.

                  HARPAGÓN. (A doña Claudia.) Idos.




                                                       ESCENA II

                                          Los mismos, menos DOÑA CLAUDIA

                  HARPAGÓN. A vos, Miajavena, y a vos, Merluza, os encargo de lavar los vasos y de
                  servir de beber; mas sólo cuando tengan sed y no siguiendo la costumbre de ciertos
                  lacayos impertinentes, que van a provocar a las gentes avisándolas de que beban cuando
                  no pensaban hacerlo. Esperad a que os lo pidan más de una vez y acordaos de servir
                  siempre mucha agua.

                  MAESE SANTIAGO. (Aparte.) Sí; el vino puro se sube a la cabeza.


                  MERLUZA. ¿Nos quitamos los casacones de cuadra?

                  HARPAGÓN. Si; cuando veáis llegar a las personas, y guardaos mucho de deteriorar
                  vuestros trajes.

                  MIAJAVENA. Ya sabéis, señor, que uno de los delanteros de mi ropilla tiene una gran
                  mancha de aceite de la lámpara.






 25 de 57                                                                                                 20/04/2006 15:43
   20   21   22   23   24   25   26   27   28   29   30