Page 175 - Los Humanoides - Jack Willianson
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era el responsable de su desaparición, pero ignoraba
por qué lo había hecho.
En ese momento por una de las ventanas entró
volando una enorme mariposa. La niña sintió que la
mano de Claypool se ponía tensa y de inmediato el
brillante insecto desapareció, desintegrado.
—¡Oh! ¿Por qué la mató?
—Lo siento... quería probar de cerca la ecuación de
transformación total de masa en energía... —repuso el
astrónomo.
La niña sintió pena por un ser tan hermoso y
delicado. Pero más pena experimentó hacia Claypool,
al comprender qué enfermo y lleno de amargura
estaba.
—¡Rápido! ¡Allí vienen! —susurró el astrónomo,
forzando a la criatura a ocultarse con él tras un viejo y
chamuscado tanque de guerra.
Un anciano y una muchacha, bronceados y alegres,
vestidos con flotantes ropas y adornados con flores, se
acercaban al museo, riendo y conversando
despreocupadamente.
—¡Si nos descubren tendré que matarlos! —
murmuró Claypool—. ¡Es increíble que se muestren
felices, después de haber cometido el crimen más
horrendo que es dable imaginar! ¡Vendieron a sus
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