Page 190 - Los Humanoides - Jack Willianson
P. 190

Era una joven, alta y hermosa, de flotante cabellera. Era


            una desconocida, y sin embargo algo había en su forma

            de caminar que le hizo pensar en un viejo amigo.


                    Alzando  !a  cabeza,  la  muchacha  lo  vio

            observándola y le hizo un gesto amistoso.


                    —¡Hola, Webb!



                    Él  no  la  conocía,  pero  contestó  al  saludo,

            asombrado. Sin saber qué hacía, bajó la pendiente que

            llevaba desde la ventana al jardín.



                    —¿Estás  bien?  —le  preguntó  ella,  estrechándolo

            emocionada—. El señor White me dijo que hoy era tu

            Día del Despertar y por eso vine a esperarte...


                    Entonces             advirtió            que          Claypool              parecía


            asombrado y con aire incierto.


                    —¿Qué te pasa? —le preguntó. Luego lanzó una

            carcajada cristalina—. ¿No me recuerdas?


                    El  astrónomo  miró  aquellos  ojos  grandes  y


            transparentes y tragó saliva.


                    —¡Aurora! —murmuró—. ¿Es posible?


                    —He cambiado algo, ¿verdad? ¿Qué tal te parezco

            ahora?


                    Claypool  sintió  que  el  cambio  aquel  le  resultaba


            agradable,  pero  no  pudo  comprender  absolutamente

            nada. Por fin la luz se hizo en su cerebro y murmuró:






                                                          190
   185   186   187   188   189   190   191   192   193