Page 75 - Los Humanoides - Jack Willianson
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Capitulo VIII





                    La  eficiente  máquina  que  fuera  el  mayor  Steel


            ayudó a los secretarios del presidente de la Federación

            Tierra a redactar los artículos de un convenio por el que

            sesenta días después del descenso de los humanoides se


            realizaría un plebiscito para ratificar o no el acuerdo

            entre la humanidad y sus salvadores mecánicos.


                    A mediodía, con el mismo robot ubicado tras él,


            anunció  por  radio  y  televisión,  la  llegada  de  los

            humanoides.


                    Webb Claypool había encontrado una habitación


            de hotel, una dosis de bicarbonato y un baño caliente,

            lo que, unido a dos horas de sueño, lo mejoraron hasta

            tal extremo que inclusive sintió apetito.


                    La  decisión  había  sido  tomada  y  el  poder  del


            Proyecto  Rayo  continuaba  intacto.  Esto  alivió

            considerablemente la tensión nerviosa del astrónomo,


            que esperó casi con ansia el descenso de los hombres

            mecánicos que llegaban desde el otro lado de la galaxia.

            Las advertencias de White parecían ahora lejanas y sin


            importancia.


                    Esa  misma  tarde  los  aparatos  interestelares

            comenzaron a aterrizar. Claypool se hizo conducir en


            su  coche  oficial  hasta  el  espaciopuerto  para  verlos

            llegar.


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