Page 312 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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creo que lo de aparearse no toca por ahora. Ni
ahora ni nunca, seguramente.
Cuando llegues al barranco pequeño, el que
tiene la cascada, cuando te des la vuelta para
bajar por el árbol y le des la espalda al Abuelo, te
va a matar de un tiro y le va a saber a gloria. Para
que aprendas. ¿Te pensabas que esto iba de
cachondeo? NO-ERES-UN-FAISÁN. Exacto:
ERES-HOMBRE-MUERTO. Para que lo escribas
en tus papelitos. ¡Pum! No podías dejarnos en
paz. ¡Pum! A ver si así te quedas tranquilito.
¡Pum!
Bangley: Te-lo-dije-Hig:-nunca-en-la-puta-
vida… sabes-perfectamente-qué. D.E.P.
Mpf. Estaba en el mismo dilema que antes,
fuera cual fuera. De eso me di cuenta mientras
bajaba por el arroyo a toda prisa.
Y otra cosa: el viejo podía, podían los dos,
haber subido por el árbol a la garganta superior
en menos de dos minutos y estar esperándome
entre los sauces, detrás de cualquier árbol, y
tenderme una emboscada como si nada. Me
quedé parado en el sitio.
No quería morir. Ahora no.
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