Page 314 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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hasta los muslos en la parte más profunda.
Escudriñé la otra orilla. Era una ladera empinada
de hierba nueva y plantas floridas que subía
hasta un amplio claro entre pinos ponderosa. Al
llegar a la cima, las rocas desmoronadas se
abrían paso entre el verdor como viejas ruinas,
restos de muros y parapetos abandonados.
El escondite perfecto. Para ellos. Es decir, el
sitio ideal para sobrevivir a una catástrofe. Desde
aquí, río arriba, es imposible imaginar que el
arroyo se abra en un cañón tan amplio y
profundo, en un prado como este. No había
ningún motivo para bajar hasta aquí, para seguir
el agua. No era fácil, y el viejo camino de arriba,
en el que había aterrizado, te llevaba al norte y al
este mucho más rápido. A lugares donde el
camino cruzaba el riachuelo sin esfuerzo. Desde
arriba, a ras de suelo, era imposible ver la
hondonada, el cañón, hasta que estabas casi
encima de él, justo en el borde. Y estoy seguro
de que el camino que remontaba el río estaba
plagado de cascadas y barrancos. Era perfecto.
Una guarida que envidiaría cualquier forajido de
antaño.
¿Cómo lograrían traer las vacas hasta aquí?
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