Page 309 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 309
4
El corazón me retumbaba como un bongo,
pero no por el esfuerzo. El terreno era abrupto, sí,
y la senda empinada y sembrada de rocas. Bajé
saltando de roca en roca, apoyándome en sus
cálidos hombros, resbalando por la tierra suelta
de la senda de los ciervos. Había excrementos
entre las largas agujas marrones de los
ponderosa, y el sol mezclaba unos olores que
recordaban curiosamente al olor almizclado de un
ciervo vivo entre los pinos cercanos. Se había
despertado el cazador que hay en mí. Pero
tampoco era eso. El corazón me golpeaba en el
pecho como si fuera de camino a mi primera cita.
Mi primera cita de verdad, por cierto, fue un
desastre. Fuimos a ver Avatar en 3D y estaba tan
nervioso que no paré de levantarme para ir al
lavabo. Cada vez volvía con más palomitas o
caramelos, debió de pensar que era diabético o
bulímico o algo. Cuando nos despedimos me
marché sin siquiera intentar besarla, y ella estaba
muy incómoda, colorada como un tomate. Nunca
309

