Page 309 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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                     El  corazón  me  retumbaba  como  un  bongo,


              pero no por el esfuerzo. El terreno era abrupto, sí,


              y la senda empinada y sembrada de rocas. Bajé


              saltando  de  roca  en  roca,  apoyándome  en  sus


              cálidos  hombros,  resbalando  por  la  tierra  suelta


              de  la  senda  de  los  ciervos.  Había  excrementos


              entre  las  largas  agujas  marrones  de  los


              ponderosa,  y  el  sol  mezclaba  unos  olores  que


              recordaban curiosamente al olor almizclado de un



              ciervo  vivo  entre  los  pinos  cercanos.  Se  había


              despertado  el  cazador  que  hay  en  mí.  Pero


              tampoco era eso. El corazón me golpeaba en el


              pecho como si fuera de camino a mi primera cita.




                     Mi  primera  cita  de  verdad,  por  cierto,  fue  un


              desastre. Fuimos a ver Avatar en 3D y estaba tan


              nervioso  que  no  paré  de  levantarme  para  ir  al


              lavabo.  Cada  vez  volvía  con  más  palomitas  o


              caramelos,  debió  de  pensar  que  era  diabético  o



              bulímico  o  algo.  Cuando  nos  despedimos  me


              marché sin siquiera intentar besarla, y ella estaba


              muy incómoda, colorada como un tomate. Nunca






                                                                                                           309
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