Page 369 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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No sé si podré despegar desde ese prado con
vosotros dos. Ya lo creo. Aunque tengamos que
cortarte las piernas y acomodarte en el asiento.
De los pedales del timón ya me encargaré yo.
Me dirigió una sonrisa huraña, pero vi una
sombra de preocupación cruzar el invierno de sus
ojos.
No tenía ningún sentido matar las reses para
preparar más cecina. Teníamos cerca de diez
kilos del venado que había cazado y no
podíamos cargar con más peso. Probablemente
no podríamos llevar ni lo que ya teníamos. Cima
dijo que los animales se alimentarían solos y, si
Dios lo quería, llovería lo suficiente para que
resistieran el verano.
Quería llevarse dos corderos, macho y
hembra.
No pueden pesar más de diez kilos cada uno.
Intenté explicarle que una avioneta se parecía
más a una cometa que a un camión. Le conté lo
que Dave Harner, mi instructor en Montana, me
gritaba en mis primeros intentos de aterrizar con
el 172 en los aeropuertos de la zona del lago
Flathead. En la aproximación final, mientras el
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