Page 413 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 413
estrelló en Brampton. Nunca lo sabremos…
Recorrió con la mirada el estrecho cañón y dejó
que el viento se llevara la absurdidad de aquellas
palabras junto con el humo.
A esas alturas estaba más que despierto. Ella
respiró profundo y se le marcaron —¡Hig!— los
pezones a través de la fina tela de la camisa.
Dios mío, Hig. Llevabas casi una década sin oír
una noticia, una auténtica noticia… ¡Y te estás
poniendo cachondo!
La modificación genética de la gripe viene de
antiguo.
Ya, le dije.
¡Holaaa! Mi cara está más arriba.
Di un respingo. Me sonreía a través del humo.
Calme-toi, soldado, dijo.
No sé francés, murmuré.
Cenamos no sé a qué hora, pero el cielo
estaba de ese azul luminiscente en el que quizá
brilla ya la primera estrella, y los chotacabras
revoloteaban sobre el prado y el arroyo
hartándose de insectos. Hibernaban en México o
413

