Page 414 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 414

por ahí, y parecía que no tenían problemas. Con


              sus  alas  afiladas  eran  tan  acrobáticos  como  las


              golondrinas  y  cuando  de  pronto  cambiaban  de


              dirección  se  veía  brillar  el  blanco  de  sus  barras


              alares.  Se  oían  sus  piídos.  Daba  gusto


              observarlos a la hora en la que se alimentaban.




                     Supongo  que  comían  a  esa  hora  porque  es


              cuando  salían  los  insectos.  No  hacía  tanto  frío


              como más tarde, cuando oscurecía del todo y los



              hilos  de  estrellas  formaban  sus  madejas  y  la


              pared  de  roca  irradiaba  el  calor  acumulado


              durante todo el día.




                     Me llevé los platos al arroyo para lavarlos con


              arena.  Casi  siempre  cocinaban  en  un  hoyo


              cercado de cantos del río. En esas noches padre


              e  hija  se  sentaban  a  mirar  las  brasas  avivadas


              por  el  viento  como  si  fueran  la  televisión.  Yo


              dejaba los platos todavía húmedos en la mesa y



              me  tumbaba  en  la  hamaca,  a  ver  cuánto  era


              capaz de aguantar sin pensar en nada. Creo que


              mi récord eran seis segundos.




                     Una noche me quedé dormido desnudo antes


              de meterme en el saco y me desperté al notar el


              peso de una tela sobre mí.








                                                                                                           414
   409   410   411   412   413   414   415   416   417   418   419