Page 481 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Daba grandes zancadas, descargando todo su
peso en las cortas patas delanteras, echando el
freno, girándose para intentar guiar a sus dos
cachorros aterrorizados. Guiarlos colina abajo.
En el río, en el tramo llano que precedía al
cañón, había ciervos nadando.
Me recordó a una pintura que había visto en el
museo de historia natural de Denver. Un grupo de
dinosaurios de varias especies, recuerdo el
triceratops, huyendo por una rala llanura
perseguidos por el fuego, y al fondo volcanes en
erupción. Me pregunté si correrían tan rápido
como mamá grizzly o como un ciervo.
El telesilla de Winter Park se mecía. Los
árboles nuevos llegaban casi hasta los asientos.
Teníamos suficiente combustible para volar hasta
Erie, pero por los pelos. Quería aterrizar y echar
al menos un bidón. Por si acaso. ¿Por si acaso
qué? Pues por si acaso. Describimos un círculo
para aproximarnos a un tramo despejado de
carretera al oeste de la estación de esquí.
Aterrizamos, nos detuvimos cerca de los edificios
de las afueras de la ciudad. Estiramos las
piernas, vaciamos los bidones de combustible.
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