Page 491 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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se  podían  ver  las  malas  hierbas.  Llenaban  los


              surcos  a  los  que  no  llegaba  el  riego  y  trepaban


              por los montículos de tierra apilada.




                     Empujé el acelerador, me elevé y di la vuelta


              otra  vez,  más  alto.  Me  incliné  a  la  izquierda  y


              realicé  un  aterrizaje  largo  hacia  la  mitad  de  la


              pista y luego rodé directamente hasta la casa de


              Bangley.  Mezcla,  magnetos,  interruptor  general.


              Desconectado.




                     Apagado. La Bestia apenas se había detenido


              cuando  abrí  la  puerta  de  un  empujón  y  salté  y



              eché a correr hacia la casa.




                     La  puerta  estaba  abierta,  oscilaba  un  poco


              con el viento.




                     ¡Bangley!               ¡Bangley!               ¡Eh!          ¿Estás              ahí?


              ¡BANGLEY!




                     Me  sorprendió  la  fuerza  de  mi  grito.  No


              parecía mi voz.




                     Corrí  hasta  el  taller.  Curiosamente,  el  gran


              ventanal con vistas a las montañas estaba intacto


              pero  por  la  pared  de  encima  de  la  chimenea


              subía  en  diagonal  un  reguero  de  agujeros  de


              bala. La foto de la familia de esquiadores seguía







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