Page 145 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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–Naturalmente.  –El  doctor  Snyder  miró  su  reloj–.  Dios


            santo, no tenía idea del tiempo que llevamos charlando.


            Luke se estará mordiendo las uñas. Pero antes de que vaya


            usted a verle, ¿puedo hacerle una pregunta muy personal?



               –Por supuesto.


               –Tenemos una gran necesidad de enfermeras competen‐


            tes en este sanatorio. ¿Habría algún medio de que dejase su


            actual empleo para venir a trabajar con nosotros?


               Margie se echó a reír.


               –¿Y qué hay de personal en eso?


               –Lo que pensaba ofrecerle para que deje su empleo allí.


            Luke  ha  descubierto  que  la  quiere,  y  ahora  sabe  que  se


            equivocó gravemente al permitir que usted se apartara de



            él. Yo... creo, por el interés que usted demuestra, que siente


            lo mismo por él.


               –Pues..., no estoy segura, doctor. Siento preocupación, sí,


            y afecto. Y he llegado a comprender que por lo menos parte


            de lo ocurrido entre los dos fue culpa mía. Yo soy tan..., tan


            normal que no puedo comprender lo suficiente los proble‐


            mas psíquicos del escritor. Pero en cuanto a decir si aún



            puedo  volver  a  amarle...,  quiero  esperar  hasta  volver  a


            verle.


               –Entonces mi oferta sólo es válida en el caso de que de‐


            cida que aún le quiere. Si decide venir a trabajar y vivir


            aquí, hay una puerta que une la habitación de Luke y la


            contigua. Generalmente cerrada, desde luego, pero...


               Margie volvió a sonreír.








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