Page 1091 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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brillante luz de sol, hubiesen de pronto emergido a una
oscuridad tan brusca y tan absoluta que dolía. Una
agonía gris estalló detrás de sus ojos.
Isaac dejó que el cuerpo de Andrej cayera lentamente
al suelo mojado.
En el húmedo calor de la noche, un poco por encima
de la estación, la última polilla asesina daba vueltas,
confusa. Batía sus alas en complejos patrones de cuatro
movimientos, enviaba remolinos de aire en todas
direcciones. Flotaba.
El untuoso pensamiento nutriente, la inimaginable
efusión, había desaparecido. El frenesí que se había
apoderado de ella, la terrible voracidad sin sentido, se
había esfumado.
Extendió la lengua y sus antenas temblaron. Había
un puñado de mentes debajo de ella pero, antes de que
pudiera atacar, la polilla sintió el burbujeo caótico de la
consciencia de la Tejedora y recordó sus agónicas
batallas, y entonces chilló de miedo y furia, retrajo el
cuello y enseñó sus monstruosos dientes.
Y entonces el inconfundible aroma de sus hermanas
de raza se arrastró hasta ella. Giró en el aire,
conmocionada, mientras percibía una, dos, tres
hermanas muertas, todas sus hermanas, cada una de
ellas, destripadas, aniquiladas y destrozadas,
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