Page 1094 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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superficie resbaladiza que había debajo. Se
balanceaban mientras resbalaban por el aire, sujetos
por algún gancho de sus armaduras. Las cuerdas que
los sostenían eran desenrolladas por suaves motores.
—Nos está dando algo de tiempo, solo los dioses
saben por qué —siseó Derkhan mientras se acercaba
cojeando a Isaac y se aferraba a él—. Muy pronto se
quedará sin munición. Esos cabrones... —hizo un gesto
vago en dirección a los oficiales medio escondidos que
había debajo de ellos— no son más que los pies planos
locales encargados de la vigilancia de los tejados.
Aquellos bastardos que bajan de los aeróstatos son las
tropas de choque. Tenemos que irnos.
Isaac bajó la mirada y se acercó con cautela a la
cornisa, pero había soldados asustados por todas
partes. Mientras se movía, restallaron balas a su
alrededor. Lanzó un grito de miedo y entonces se dio
cuenta de que Mediamisa estaba tratando de abrirles
un camino.
Pero las cosas no tenían buen aspecto. Los soldados
estaban agazapados, esperando.
—Maldita sea —escupió. Se agachó y desconectó
uno de los cables del casco de Andrej, el que lo unía con
el Consejo de los Constructos, que todavía estaba
tratando con todas sus fuerzas de superar la válvula
circuito y hacerse con el control del motor de crisis. De
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