Page 1157 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Había una voz al otro lado de la puerta, una voz
extraña, áspera, familiar, toda ella un trémolo
gorjeante. Isaac no podía entenderla, pero alargó la
mano hacia la puerta, repentinamente molesto y
agresivo y preparado para enfrentarse a los problemas.
Rudgutter habría enviado un maldito escuadrón entero,
pensó mientras sus dedos se cerraban sobre el pomo,
debe de ser algún mendigo pidiendo. Y aunque no creía
esto último, estaba seguro de que no se trataba de la
milicia ni de los hombres de Motley.
Abrió la puerta.
Frente a él, en las escaleras sin luz, ligeramente
inclinado hacia delante, el enjuto y emplumado rostro
multicolor como si estuviera cubierto de hojas secas, el
pico curvo y brillante, como un arma exótica, se
encontraba un garuda.
Vio al instante que no se trataba de Yagharek.
Sus alas se erguían y se hinchaban a su alrededor
como una corola, vasta y magnífica, con plumas de
color ocre y de un suave marrón manchado de rojo.
Isaac había olvidado el aspecto que tenía un garuda
que no hubiese sido mutilado. Había olvidado la
extraordinaria escala y grandeza de aquellas alas.
Comprendió lo que estaba ocurriendo casi de
inmediato, de un modo intuitivo e irracional. Una
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