Page 129 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Todos rompieron a reír. Cornfed volvió a su
extravagante flirteo con Alexandrine. Derkhan inclinó
la cabeza gris hacia Lin y habló en voz baja.
— Ya en serio, Lin... Apenas has dicho nada. ¿Pasa
algo? Lin, conmovida, negó suavemente con la cabeza.
Estoy trabajando en algo grande. No dejo de darle vueltas,
le señaló. Era un alivio poder hablar sin tener que
escribir cada palabra: Derkhan leía bien los signos.
Echo de menos a Isaac, añadió, fingiendo desespero.
Derkhan le acarició el rostro, comprensiva. Es una
mujer adorable, pensó Lin.
Derkhan era pálida y enjuta, aunque la madurez le
había dejado una cierta barriga. Aunque adoraba las
estrafalarias costumbres de los Salacus, era una mujer
intensa y gentil que evitaba ser el centro de atención.
Sus críticas eran ásperas y despiadadas: si no le hubiera
gustado su obra probablemente no serían amigas, pues
sus juicios en el Faro eran duros hasta la brutalidad.
A ella podía decirle que echaba de menos a Isaac,
pues Derkhan conocía la verdadera naturaleza de su
relación. Hacía poco más de un año, mientras las dos
paseaban juntas por los Campos Salacus, Derkhan
había comprado bebidas. Cuando entregó el dinero
para pagar, se le cayó el bolso. Se había agachado
rápidamente para recuperarlo, pero Lin se adelantó,
recogiéndolo y deteniéndose un mero instante al ver el
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