Page 124 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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sentado,  imaginando  cómo  su  petición  se  abría  paso

            hacia los barrios criminales de Nueva Crobuzon.

                Ya había usado antes los servicios de Lemuel cuando


            había necesitado compuestos raros o proscritos, o un

            manuscrito del que quedaran muy pocas copias en la

            ciudad,  o  información  sobre  la  síntesis  de  sustancias


            ilegales.  Le  hacía  gracia  pensar  en  los  más  duros

            elementos criminales de los bajos fondos empeñados


            en capturar pájaros y mariposas, entre sus guerras de

            bandas y sus ventas de droga.

                Reparó en que al día siguiente era Día de la huida.


            Hacía mucho que no veía a Lin, que ni siquiera sabía

            nada sobre su trabajo. Recordó que tenían una cita para


            cenar. Podría parar su investigación unas horas para

            contarle  a  su  amante  todo  cuanto  había  sucedido.

            Disfrutaba vaciando su mente de los muchos giros y


            salidas acumuladas, ofreciéndoselos a Lin.

                Lublamai y David se habían marchado. Estaba solo.

                Onduló  como  una  morsa,  esparciendo  papeles  e


            impresiones por todas partes. Apagó la lámpara de gas

            y  echó  un  vistazo  al  oscuro  almacén.  A  través  de  la

            mugrienta ventana alcanzaba a divisar el frío círculo de


            la Luna y las lentas piruetas de sus dos hijas, satélites

            de  roca  yerma  brillando  como  orondas  luciérnagas


            mientras giraban alrededor de su madre.

                Cayó  dormido  observando  aquella  enrevesada




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