Page 184 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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concentración por sus ojos, valorando el agregado que

            era el señor Motley a través de los minúsculos cambios

            oculares.  Llevaba  densas  barras  blancas  de  pasta


            orgánica que metabolizaba para crear sus obras. Ya se

            había comido varias antes de llegar, y mientras medía

            visualmente  masticaba  otra,  ignorando  estólida  el


            sabor  desagradable,  sordo,  pasando  con  rapidez  la

            pasta de la boca a la glándula en la zona trasera de su


            cuerpo  de  escarabajo.  El  vientre  se  hinchaba

            claramente al almacenar la pulpa.

                Entonces se volvía y retomaba el inicio de su trabajo,


            la garra reptiliana de tres dedos que era uno de los pies

            del  señor  Motley,  y  la  fijaba  en  su  sitio  con  una


            abrazadera  baja.  Después  se  giraba  y  se  arrodillaba,

            encarándose  con  el  modelo,  abría  la  pequeña  placa

            quitinosa que protegía la glándula y cerraba los labios


            en la parte trasera de la cabeza de insecto sobre el borde

            de la escultura, a su espalda.

                Primero, Lin derramaba con cuidado las encimas que


            rompían la integridad del esputo ya endurecido, para

            devolver  el  borde  de  su  obra  a  un  estado  de  espesa

            mucosa pegajosa. Después se concentraba en la sección


            de la pierna sobre la que trabajaba, usando tanto lo que

            veía  como  lo  que  recordaba  de  los  rasgos,  de  las


            protuberancias  óseas,  las  cavidades  musculares;

            entonces comenzaba a expulsar la espesa pasta de su




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