Page 186 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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arremolinaban vigorosas, se disolvían y recombinaban
en jirones y fragmentos del cielo. El aire del ático estaba
muy quieto, en comparación. El polvo colgaba inerte.
El señor Motley aguardaba contra la luz.
Se le daba muy bien quedarse quieto, siempre que
una de sus bocas no abandonara un monólogo
divagante. Hoy había decidido hablarle sobre las
drogas.
— ¿Cuál es su veneno, Lin? ¿Shazbah? El colmillo no
tiene efecto sobre las khepri, ¿no?, así que queda
fuera... —rumiaba—. Creo que los artistas tienen una
relación ambivalente hacia las drogas. Me refiero al
proyecto sobre la liberación de la bestia interior,
¿comprende? O el ángel. Lo que sea. A abrir puertas
que uno pensaba que estaban bien cerradas. Pero, si
hace eso con las drogas, ¿no convierte al propio arte en
una decepción? El arte es comunicación, ¿no es así? Por
tanto, si se emplean drogas, que son una experiencia
intrínsecamente individual, por mucho que diga un
marica proselitista que se coloca con los amigos en una
discoteca, consigues abrir las puertas, pero ¿puedes
comunicar lo que encuentras al otro lado? Por otra
parte, si se mantiene testarudamente limpia,
limitándose al serio estado mental que solemos
encontrar, es posible comunicarse con otros, porque
todos hablamos el mismo lenguaje. Pero, ¿ha abierto
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