Page 327 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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martirizó. Pero no había modo de evitarlo: Vermishank

            era  un  poderoso  repositorio  de  conocimientos.  Isaac

            sabía que haría falta mucho para comportarse de forma


            impenitentemente  desagradable  con  su  antiguo  jefe.

            Tenía  demasiada  experiencia  como  para  cerrarle  la

            puerta de golpe.


                De modo que se perdonó su represalia a medias y

            sonrió  por  su  torpe  reacción  ante  aquel  hombre


            miserable.  Al  fin  había  descubierto  lo  que  quería

            cuando  acudió  allí.  La  reconstrucción  no  era  una

            opción para Yagharek. Se sintió complacido, y era lo


            bastante honrado como para reconocer lo ignominioso

            de sus motivos. Su propia investigación se había visto


            revigorizada por el problema del vuelo, y si la prosaica

            escultura  corporal  de  la  biotaumaturgia  aplicada

            hubiera vencido a la teoría de la crisis, su trabajo se


            hubiera  visto  paralizado.  No  quería  perder  aquel

            nuevo impulso.

                Yag,  viejo,  es  como  yo  pensé.  Soy  tu  mejor


            oportunidad, y tú la mía.



                Antes de la ciudad hubo canales que se abrían paso por las


            formaciones de roca como colmillos de silicato, y campos de

            maíz en la tierra delgada. Y antes de la vegetación hubo días


            de piedra resplandeciente. Retorcidos tumores graníticos que

            habían descansado en el vientre de la tierra desde su parto




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