Page 546 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 546

algo se mostró.

                Un ser surgió a la existencia de repente donde antes

            no  había  habido  nada.  Llegó  desde  detrás  de  algún


            pliegue en el espacio.

                Dio  un  paso  adelante  mientras  se  alzaba

            delicadamente sobre patas puntiagudas, meneando su


            cuerpo  vasto,  alzando  múltiples  patas.  Miró  a

            Rudgutter  y  sus  compañeros  desde  una  cabeza  que


            acechaba amenazadora y colosal por encima de ellos.

                Una araña. Rudgutter se había entrenado de forma

            rigurosa. Era un hombre sin imaginación, una persona


            fría  que  se  gobernaba  mediante  una  disciplina

            industrial. No era capaz de sentir terror.


                Pero, contemplando a la Tejedora, cerca anduvo.

                Era  peor,  mucho  más  amenazadora  que  el

            embajador. Los infernales eran terribles y majestuosos,


            poderes monstruosos por los que Rudgutter sentía el

            más  profundo  respeto.  Pero...  pero  los  comprendía.

            Eran  torturados  y  torturadores,  calculadores  y


            caprichosos. Astutos. Inteligibles. Eran políticos.

                La Tejedora era completamente alienígena. No había

            negociación, no había juegos. Ya se había intentado.


                Rudgutter  se  controló,  enfadado,  juzgándose  con

            severidad, estudiando al ser ante él en un intento por


            darle realidad, por metabolizar la imagen.

                La masa de la Tejedora se concentraba en su enorme




                                                           546
   541   542   543   544   545   546   547   548   549   550   551