Page 542 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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—Bien —dijo el alcalde—. ¿Tenéis los dos las tijeras?
— Stem‐Fulcher y Rescue asintieron—. Hace cuatro
años se trataba de juegos de ajedrez —musitó—.
Recuerdo cuando la Tejedora cambió de gustos y nos
costó tres muertes darnos cuenta de lo que quería. —Se
produjo una inquieta pausa—. Nuestra información
está bastante actualizada —siguió Rudgutter con
tétrico humor—. Hablé con el doctor Kapnellior antes
de reunirme con vosotros. Es nuestro «experto»
residente respecto a la Tejedora... una especie de
contradicción. Solo significa que prácticamente no sabe
nada sobre ellas, al contrario que nosotros, que no
sabemos absolutamente nada. Me ha asegurado que las
tijeras siguen siendo su objeto más codiciado. —Tras
un momento, volvió a hablar—. Hablaré yo. Ya lo he
hecho con anterioridad. — No estaba seguro de si
aquello era una ventaja o un inconveniente.
El pasillo terminaba en una gruesa puerta de roble
reforzado con hierro. El hombre a la cabeza de la
unidad de la milicia deslizó una enorme llave en la
cerradura y la giró suavemente. Empujó la puerta con
todas sus fuerzas ante el gran peso y entró en la sala
oscura que había al otro lado. Estaba bien entrenado.
Su disciplina era acero puro. Después de todo, tenía
que estar muerto de miedo.
El resto de los oficiales lo siguió delante de Rescue y
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